La mayor cantidad
de vacas preñadas en una finca trae como beneficio producir más terneros por
hectárea y por año generando buenos ingresos económicos. Una herramienta que
permite evaluar es la condición corporal de la vaca, que será apreciada mediante
la observación de la energía almacenada en forma de grasa/músculo, y la palpación
de determinadas áreas del cuerpo del animal.
Cuando
se presentan fallas reproductivas se correlaciona con una deficiente nutrición
básicamente energética. Es por ello, que si las vacas preñadas no tienen
suficiente reserva corporal no entrarán en celo ni dispondrán de energía para
mantener el feto y la cantidad de leche que requiere. Para evitar lo
anteriormente expuesto, se debe garantizar la nutrición durante un lapso de
50-60 días previos al parto.
Se
utiliza una escala de medida (sistema americano), con rangos que abarcan del 1
al 9; correspondiendo al 1-2-3 a vacas flacas equivale a una condición corporal
mala; el grado 4, a vacas limite o condición corporal regular; los rangos
5-6-7, se clasifican como óptimas, es decir, condición corporal buena; 8 es una
vaca gorda y la condición corporal es obesa y 9 es una vaca engrasada en exceso
y la condición corporal es muy obesa.
Más Información, visitar: Alimentación de las vacas lecheras para condición corporal, García y Hippen (2012)
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